Estudiantes del municipio de Plato Magdalena, les toca viajar por el río sin protección a sus escuelas.
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- 4 abr
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Actualizado: 9 abr
Esta es una de la catalogada “flota” contratada por el alcalde de Plato, Armando Campuzano para la prestación del servicio de transporte escolar a los estudiantes del corregimiento Buenavista que estudian en el bachillerato de Zárate.
La ‘flota’ que contrató la Alcaldía para transportar a los estudiantes del corregimiento Buenavista al bachillerato en Zárate no está reglamentada. Los niños estudiantes son transportados por el río Magdalena sin chalecos a la intemperie y a riesgo de sufrir un accidente.
El servicio de transporte escolar, contratado recientemente por el alcalde del municipio de Plato Armando Campuzano, se ha constituido en un peligro inminente para los estudiantes de la zona rural del municipio dado el sistema empleado para trasladar a los niños al colegio a través del río Magdalena, el más largo y caudaloso del país, con un alto nivel de peligrosidad que ni el más versado pescador de la región se atreve a desafiar.
El servicio lo presta el Consorcio “Transporte Plato 2025”, representado legalmente por Jaime Pérez Barios, el mismo contratista que ha mantenido el monopolio del transporte escolar en las últimas dos administraciones municipales y que ha logrado “coronar” alrededor de 1.500 millones de pesos año por año durante los últimos cinco años, primero en la administración de Jaime Peña Peñaranda y ahora en la administración de Armando Campuzano.
El Consorcio “Transporte Plato 2025”, quedó integrado por la empresa Transporte Caimán Ltda, con una participación accionarial del 90%, Transporte Especial de Plato S.A.S. y la Corporación de Promoción Turística Cultural y Ambiental, Corprotur Río Grande Magdalena, ambas con una participación accionaria del 5%; lo cual parece ser una estrategia para seguir manteniendo el monopolio de este servicio escolar, que según las quejas de la ciudadanía ha tenido falencias desde un principio, las cuales han sido denunciadas ante la Procuraduría Provincial de El Carmen de Bolívar, a cargo de Javier Cohen, de la cual, hasta ahora, no se conoce un accionar disciplinario sobre el particular que pone en tela de juicio su efectividad y compromiso en defensa de los intereses colectivos.
De acuerdo con el contrato que firmó el alcalde Campuzano con Jaime Pérez, el servicio de transporte escolar para el traslado ida y vuelta de los estudiantes del corregimiento de Buenavista hasta la Institución Educativa “Luis Carlos Galán Sarmiento” en el corregimiento Zárate, correspondiente a la Ruta 3 de la Subruta 5 debe realizarse en “flota”, que no es más que un bote grande artesanal, con motor fuera de borda, sin techo, con escasas bancas y con una capacidad de transporte para apenas unas 15 personas.
El contrato estipula el transporte de 39 estudiantes en dos embarcaciones similares durante los 140 días calendario escolar. Pero es tal vez allí donde sale a relucir la primera irregularidad, inconsistencia o “trampa”, tanto del contratista como de quienes adjudicaron el contrato. Eso solamente para el caso del transporte de los estudiantes residentes en el corregimiento de Buenavista que estudian en el bachillerato de Zárate.
Comenzando porque no cuenta con un muelle de abordaje, los menores adolescentes tienen que abordar y bajar de la embarcación, algunas veces, trepando por unas escaleras improvisadas con listones de mangle y la mayoría de las veces se tienen que hundir sus zapatos en el lodazal de la orilla del sitio de abordaje.
Para colmo, la embarcación o “flota” carece de los más mínimos elementos de protección y auxilio ante cualquier eventualidad. No les suministran a los jóvenes chalecos salvavidas, tampoco cuenta con neumáticos o bote auxiliar, la embarcación no tiene carpa que permita a los menores guarecerse del inclemente sol y carece de bancas o sillas suficientes al punto que algunos menores tienen que ir sentados a babor o estribor (orillas laterales de un bote), corriendo el peligro de llegar a caer al río.
Se pidió información a la Inspección Fluvial de Calamar Bolívar, que como autoridad fluvial tiene jurisdicción en Plato, pero fue imposible contactar al funcionario encargado, lo cual evidencia falta de control por parte de la autoridad competente a este tipo de transporte escolar, que a todas luces se contrata y presta irresponsablemente.
Se conoció extraoficialmente que lo más delicado de la prestación de este servicio es que la “flota” utilizada carece de licencia de navegación, el capitán o conductor tampoco cuenta con documentación reglamentaria para la prestación del servicio, y tanto la Procuraduría, como la Fiscalía, al igual que los Ministerios de Transporte y Educación se hacen los de la “vista gorda y los oídos sordos”, ante el inminente peligro a que están expuestos los estudiantes de la zona rural del municipio Plato.
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